CAPT 9. ¿Que haces aquí?

Cuando empecé a leer, me entraron ganas de ir al lavabo. Mientras estaba en el baño, oí un ruido en mi habitación. Tiré de la cadena y cerré la puerta del baño. Entré en mi cuarto. La ventana de mi habitación estaba abierta. Anduve hacia ella y, antes de cerrarla, miré para ver si se había abierto por la corriente, pero no hacía nada de viento. Me di la vuelta y...
- ¡AH! -me tapó la boca con su mano.
Era Marcos. ¿Que hacía él aquí? Su mirada era penetrante. De repente, me quito la mano de la boca y me besó... ¡¡ME BESO!!
Besaba muy bien, casi tan bien como Hugo. Mientras me besaba nos tumbamos en la cama... NO hicimos nada, nada ¿vale? Le dije que parara, no me sentía bien besando a Marcos mientras salía con Hugo, no me sentía nada bien.
- ¿Que te ocurre?
- No, no podemos. Yo quiero a Hugo... y Sofía te quiere a ti.
- Tu... ¿tu no me quieres?
- Te quiero, Marcos, pero como a un amigo.
- Vale, de acuerdo, creo que ya lo he entendido.
Se levantó bruscamente de mi cama y salió por la ventana. Conseguí librarme de él. Ya era la 1:00. El tiempo había pasado rápido, y ahora sí tenía sueño.
Me quedé dormida en cuento apagué la luz, no tarde ni un minuto en cerrar los ojos y sumirme en el sueño. Notaba la respiración de alguien, pero no se de quien. Abrí los ojos. Era el Hombre Lobo. Me observaba con esos ojos azules. Me temblaba todo el cuerpo, entonces, con valentía, decidí darme la vuelta para verle el hocico directamente. Me giré. Su lengua larga y húmeda me lamió toda la cara. La criatura rugió y se marchó.
Esa noche, no dormí. Lo intenté, pero cuando cogía el sueño, me venían imágenes a la cabeza del Hombre Lobo. Ya os digo, aquella noche, no dormí.