CAPT 6. Clases cortas, Día peligroso.

Aun seguía preguntándome que quería decir con la palabra, hambre. En momentos como ese, nadie, ni si quiera un león hambriento, se pararía a pensar en comer, solo correría para salvar su vida. Me preguntaba, si lo que había visto yo, lo había visto Marcos también. Lo que me extraña es... cuando salí yo, salió el, pero cuando el hombre lobo estaba persiguiéndome, él no estaba por ningún sitio. Todo coincidía. ¿Y si Marcos era un hombre lobo? Por eso quizás no me mató. Vio algo en mi que le resultó familiar. El lobo tenía los ojos azules, como Marcos. Todo volvía a coincidir. Tenía que buscar pruebas para estar completamente en lo cierto y no cometer ningún error por si acababa muerta en el instituto por bocazas, insolente y metomentodo... Insultarme a mi misma es algo que hago varías veces al día. NO ESTOY LOCA. Ese día nos mandaron a casa. No dimos más clase. Todos los profesores estaban muy asustados.
Hugo me esperaba en su coche, el BMW negro. Erik también estaba. Yo no tenía coche, y lo mejor era ir con él si no quería ir andando hasta mi casa. Hugo me fue a dar un beso. No se lo rechace. Sabría que me pasa algo y no quiero que me pregunte nada. Me abrió la puerta y me senté. Erik me miraba todo el rato. Eso me ponía de los nervios. Decidí ignorarle y miré por la ventana. Una pregunta mas: ¿Los hombres lobo solo sale cuando hay luna llena? Lo digo por que... un hombre lobo no puede salir a la luz del día... a no ser que se trate de un... de un Haitika. Si, un Haitika. Los Haitika son hombres lobo medio mortales que pueden convertirse cuando ellos deseen o cuando tengan hambre. Me acuerdo por una leyenda que me contó el abuelo de Chita, una chica Irlandesa.

Siglo XIV. Los Haitika era una raza única de licántropos, símil a ellos por su parte lobuna, pero con la capacidad de ser humano sin la necesidad de que la luz de luna llena tocase su piel. Nacieron de una relación de un mortal y un licántropo.
Uno de los Licántropos, hambriento, se encontró a un humano en su camino. El Licantropo, extrañado por aquella criatura, decidió esconderse entre un matorral.El viento soplaba fuerte y el olor del humano le gustaba. Esa noche había uno que le excitaba en concreto... un olor distinto, un olor humano. El Licántropo, hambriento, se lanzó a su cuello sin pensarlo. Su sabor era diferente, era como, para los humanos, un buen filete de cordero. El Licántropo llevo el cadáver a toda la manada. Lo probaron todos. El Macho Alfa Licántropo decidió que ese sería su nuevo alimento.
Cada vez que tuvieran hambre iban a la aldea. Cuando empezaron a desaparecer niños, los humanos se dieron cuenta de que los Licántropos eran peligrosos y decidieron aniquilarlos. Llevaron arcos con flechas, pero nada servía. La única forma de matarlos era con flechas de plata. La mercancía llego al día siguiente cargada de flechas de plata. Todos se dirigieron al bosque, incluidas las mujeres. Hubo una masacre. Dos de los Licántropos huyeron aterrorizados. Mas tarde, cuando los Licántropos volvieron a nacer, llegaron los Vampiros a la tierra mortal. El Jefe de los Vampiros encontró al Licántropo que sobrevivió y lo convirtió en su esclavo.
Tras años de dura exclavitud Licántropa, uno de los Vampiros se enamoró de uno de ellos. Una noche, la vampiresa le pidió que matara a su padre, al Jefe Vampiro. La vampiresa se había quedado embarazada del Licántropo. El la obedeció, con tal de pasar toda su vida con ella. El Licántropo exterminó al padre y a todos sus guerreros. Meses después, la criatura que la vampiresa llevaba en su vientre, nació y se convirtió en un Haitika. La mezcla entre razas dio lugar a ésta.